Mentiría si dijera que no escribo para ti, aunque no seas tú mi único motivo. Ni el primario en realidad. Escribo para todos los ángeles que han sabido alumbrar mi camino en sus tramos diversos; los que me enseñaron a perder el rumbo y a evadir las rutas de salida, a confundir la noche con el día, a no saber morir. Escribo para los amigos desconocidos que encontré en bares desconocidos, a los prófugos y a los cautivos, a las botellas vacías, al lenguaje universal de la noche. Escribo para los amores olvidados que buscan ser reivindicados, para los rostros transparentes que iluminaron mi sonrisa transparente, para aquellos que jamás volveré a ver. Escribo para una chica que caminó conmigo una tarde de otoño vestida de verano. Para perpetuar en mi memoria los momentos que dijimos, las distancias que acortamos, los silencios que callamos. Y escojo esta forma fragmentada como mi alma hecha de retazos de papel y nicotina; cruda amalgama que intenta dar sustento a las formas de tu ausencia y de la mía en estos días de apertura y desolvido.
2 comentarios:
y yo ecribo para mi y para el aunque el no lo sepa
está paja eso de una chica en otoño vestida de verano........
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