23 marzo 2009

Sue


Su primer amor fue su espejo
Su segundo amor fue su reflejo en el espejo
Su tercer amor fue pasajero

Ahora sonríe.

10 marzo 2009

Sobre unos poemas de don Jorge

El silencio no puede seguir siendo mi lenguaje, aunque siempre me acompañe; como tu sombra caminando por mi cuarto, como tu silueta tendida junto a mí, la luna llena te recuerda y me hace recordarte. Pero qué va, tu voz fue sólo el eco de unas flores. No estás aquí y afuera llueven gotas de tus besos, de labios mojados a mediados de febrero, de pupilas dilatadas como el timbre de tu voz.

Me despido de unos ángeles sin decir sus nombres. No los recuerdo y ya tuve suficiente de su ambrosía. De sus preguntas sin respuesta, de sus secretos imposibles de guardar. Un gesto puede rehacerlo todo, me han dicho y quiero creerles. Entonces juego a esperar tu rostro dibujarse en mi ventana, lejos de este lugar y de su tiempo. La niebla se congela en tus pupilas y vuelvo a encontrarte en una estación cuyo nombre no recuerdo. Decido no pronunciar las palabras que jamás se sucedieron. Decido regresar sobre mis pasos y contenerlas en silencio. Decido deshacer todo lo dicho y todo lo hecho. Decido desatar este nudo que siempre me conduce a ti y a nada.

Decido tu olvido.